La Televisión Digital Terrestre (TDT) continúa siendo la piedra angular del modelo audiovisual en Europa, caracterizándose por su acceso universal, libre y gratuito.
Esta plataforma no solo vertebra y cohesiona a la sociedad, sino que también impulsa el crecimiento, la innovación y el empleo.
Con una audiencia que supera los 250 millones de espectadores, la TDT es la elección mayoritaria de los ciudadanos europeos para ver televisión en directo.
En España, representa cerca del 80% del consumo televisivo, una cifra que ninguna otra plataforma de distribución de contenidos audiovisuales alcanza, combinando una elevada cobertura con una oferta plural y gratuita tanto en el ámbito informativo como en el de entretenimiento.
Debido a su importancia, la TDT necesita disponer de suficiente espectro radioeléctrico y un horizonte temporal a medio plazo para asegurar su viabilidad y evolución tecnológica. Ejemplos de estos avances son la transición completa a HD y las próximas emisiones en ULTRA HD.
En este contexto, la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones, celebrada recientemente en Dubái, ha sido decisiva. Tras complejas negociaciones, se ha acordado que no habrá cambios en la asignación primaria del espectro en la banda de la TDT hasta, al menos, el año 2031. Aunque se han incluido notas que permiten un uso secundario de las frecuencias 470-694 MHz en algunos países, esta autorización no se aplicará en España e Italia.